
El primer antecedente del Campus Irapuato, se remonta a 1973 cuando el C.P. Javier Cayón Villanueva fue invitado a formar parte de Enseñanza Superior del Centro A.C. (ESCAC), Asociación que patrocinaría a la Unidad Querétaro, aceptando con gran entusiasmo. Una de las primeras actividades a realizar por el Contador Javier Cayón como miembro de dicha asociación, fue el de recabar fondos en la región de Irapuato, considerando improcedente una Unidad en Irapuato en esa época, ya que la ciudad acababa de pasar por una de las catástrofes que mas ha repercutido en su desarrollo económico: la inundación del 18 de agosto de 1973.
La incomprensión de algunos miembros del ESCAC, motivó al C.P. Javier Cayón a retirarse de la Asociación, aunque no perdió su ímpetu por colaborar con el "Tec", su ánimo de colaboración se volcó sobre Irapuato para favorecer la creación de una Unidad en Irapuato. Con el apoyo de su familia, sobre todo de su padre Melchor Cayón Velasco e ilusionado por la esperanza de contar con la presencia del ITESM, en la ciudad, decidió hacer contacto con el Ing. Fernando García Roel, entonces rector del Tecnológico de Monterrey en compañía de otros empresarios.
El Ing. García Roel acogió con entusiasmo el proyecto, el cual, encajaba con su idea de descentralizar ITESM de la Ciudad de Monterrey, autorizando solamente en ese momento el funcionamiento de la Preparatoria.
Así pues el CP Javier Cayón integraría la agrupación de empresarios de la región, interesado en el impulso del "Tec" se inició una campaña de audiovisuales, con éxito no solo en Irapuato, sino también en las ciudades de Salamanca y León.
El 3 de septiembre de 1975, se constituyó legalmente la Asociación Civil que la patrocinaría, denominada Educación superior de Irapuato A.C. (E.S.I.A.C.). El primer consejo de ESIAC se constituyó el 10 del mismo año.
En agosto de 1976, ESIAC entregó a la administración del ITESM, las primeras instalaciones, constituidas por 5 aulas 6 cubículos para profesores, un laboratorio de química, 4 oficinas administrativas, la sala de juntas, la cafetería y un salón que se acondicionó como biblioteca.
Para la supervisión de la gran mayoría de estas obras y otras que se realizaron en años posteriores se contó con la ayuda y asesoría del Ing. Luís Manuel Cayón Villanueva y el Arq. Francisco J. Solís.