Investigadores de universidades del Tec, Arizona, Londres y Dublín presentaron una herramienta para medir la sostenibilidad y los indicadores de salud de la comunidad en tiempo real utilizando las aguas residuales como una matriz de diagnóstico.
Por Guille Ortiz | campus Santa Fe - 13/06/2019

Somos responsables de este planeta y de las generaciones sobrevivientes en el futuro. Los impactos de sostenibilidad relacionados con la salud global pueden ser difíciles de medir. Y el lugar para aprender acerca de la salud y la sustentabilidad son las ciudades.

Bajo esta premisa inició la segunda reunión del Global Consortium for Sustainability Outcomes(GCSO), con el grupo de trabajo que lidera la Arizona State University (Estados Unidos), con participación del Tecnológico de Monterrey (México),  la Dublin City University (Irlanda) y el King's College London (Reino Unido).

Expertos de estas cuatro universidades trabajaron en estudios conjuntos e individuales para crear una estrategia innovadora para medir la sostenibilidad y los indicadores de salud de la comunidad en tiempo real utilizando las aguas residuales como una matriz de diagnóstico.

Rolf Halden, de la Arizona State University, durante la inauguración del 'workshop'.
Rolf Halden, director del Biodesign Center for Environmental Health Engineering de la Arizona State University

Los participantes colaboraron para desarrollar una herramienta que mejore los resultados de salud global al reducir los disruptores endocrinos, las bacterias resistentes a los medicamentos y el abuso de sustancias adictivas en distintas ciudades de sus países de origen.

“Hicimos muchos errores en el pasado y seguimos haciendo muchos errores, lo vemos en el consumo de plástico, (o que) cada vez es más difícil tratar el agua para hacerla bebible. (Estos químicos o microbios) se alojan en la grasa corporal de nuestro cuerpo”, dijo Rolf Halden, director del Biodesign Center for Environmental Health Engineering de la Arizona State University.

El también líder del grupo sostuvo que aún no es tarde para atender esta llamada de atención de “hacer visibles estos químicos, quitarlos de los productos comerciales y reducirlos. No es muy tarde, es momento de reaccionar, de aprender qué estamos haciendo a nuestro ambiente y a nuestros cuerpos".

Es momento de ser sanos o volvernos sanos para ayudar a las generaciones futuras a que tengan el futuro que merecen.

El doctor Leon Barron, del King's College London, durante su presentación.
Leon Barron King's College London

Mediante el uso de Metrología Metabolista Urbana (UMM, por sus siglas en inglés), los equipos globales obtendrán datos casi en tiempo real sobre las siguientes métricas de sostenibilidad:

  1. presencia de agentes tóxicos en entornos urbanos,
  2. exposiciones humanas relacionadas y cargas tóxicas del cuerpo, y
  3. el consumo de recursos naturales limitados (por ejemplo, fósforo, materiales de tierras raras) que representan amenazas para los ecosistemas y la sostenibilidad urbana.

La tecnología desarrollada ayuda a reconocer estas concentraciones que enferma a la población. Esta herramienta de valor científico y tecnológico permite reducir gastos de estudios epidemiológicos costosos generales y focaliza los problemas por región o población que urgen atender, explica el doctor Roberto Parra del Centro del Agua para América Latina y el Caribe de la Escuela Nacional de Posgrado en Ciencias, Ingeniería y Tecnologías del Tecnológico de Monterrey.

“Si no tenemos una traducción rápida de lo que hacemos en laboratorio, en una implementación directa en el campo real, vamos a sufrir una crisis de recursos, social y hasta política, una situación de inconformidad. Ya se trata de una situación de seguridad nacional”, dijo Parra.

Puedes consultar la presentación de este proyecto en la página de Facebook, Sustainable and Applied Biotechnology group Tec, en el siguiente enlace.

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