Honran vida y obra de Eugenio Garza Sada en 50 aniversario luctuoso

Un recorrido por el legado de liderazgo humanista de Don Eugenio Garza Sada, así como la trascendencia de este mismo, fue el que reconocieron directivos y familiares del empresario.

Lo anterior en un evento realizado el 21 de septiembre en campus Monterrey y que forma parte del programa “Liderazgo Humanista Presente”.

En la ceremonia participaron Federico Garza, presidente del Centro Eugenio Garza Sada, Alicia Navarro, fundadora y presidenta del Instituto Nuevo Amanecer, David Garza, rector y presidente ejecutivo del Tecnológico de Monterrey, y José Antonio Fernández, presidente ejecutivo del consejo de administración y director general de FEMSA.

“Don Eugenio Garza Sada representa para todos nosotros no solo la figura del fundador y presidente de consejo, (también) es el filántropo, líder, empresario, padre, amigo, maestro, humanista”, dijo David Garza.

Realizado en el marco del 50 aniversario luctuoso de Don Eugenio Garza Sada, el evento fue organizado por el Centro Eugenio Garza Sada, FEMSA y el Tecnológico de Monterrey. 

 

Llaman al fomento de liderazgo humanista

Una manera de honrar a Don Eugenio Garza Sada, señaló Federico Garza, es promoviendo desde cualquier lugar el liderazgo humanista que lo distinguió.

“Se trata de ser líderes humanistas aquí y ahora. Por supuesto enfrentamos otros desafíos, pero es ahí donde debemos demostrar nuestro compromiso con la sociedad.

“Es ahí donde podemos demostrar que las empresas pueden ser una fuerza para el bien, generando impacto positivo a sus grupos de interés y siendo instrumento de reinversión para el desarrollo de la sociedad”, dijo el también miembro de la familia.

El presidente del Centro Eugenio Garza Sada señaló que el pensamiento del empresario sigue inspirando a nuevas generaciones y reta a ser mejores en cualquiera de las facetas.

 

“‘Lo que uno es y puede poseer es una oportunidad de ofrecer a los demás una oportunidad de servicio’ es quizá la frase que mejor describe el liderazgo humanista”, comentó Federico.

Desde el Centro Eugenio Garza Sada, agregó el presidente, se impulsa la iniciativa capitalismo social, el cual proyecta un modelo que genere desarrollo humano y económico.

Recuerda a su abuelo

En su mensaje, la primera nieta del filántropo regio, Alicia Navarro, compartió experiencias que vivió en casa de Don Eugenio, a quien recuerda como una persona familiar y amorosa.

“Era ordenado y disciplinado para todo. Incluso en sus alimentos, pues se servía cantidades pequeñas. Le preguntaba ‘¿por qué comes tan poquito?” y contestaba ‘porque con el postre me desquito’”, contó la nieta.

En la mesa, relató la fundadora y presidenta del Instituto Nuevo Amanecer, a Don Eugenio no le gustaba hablar de dinero ni de trabajo, excepto del Tecnológico de Monterrey.

 

“Cuando mis hermanos estudiaban en el Tec y comían en su casa les preguntaba ‘¿cómo vieron aquello?, ¿cómo está el servicio de La Carreta?’ Eso no le molestaba hablar”, dijo Navarro.

Alicia rememoró que Don Eugenio Garza Sada era una persona que disfrutaba de tocar el piano y escuchar música, especialmente de un cuarteto cubano llamado Los Rufino.

“Creemos que ahora más que nunca debemos promover los valores que él siempre vivió  y dio su vida por ellos”, señaló la presidenta del Instituto Nuevo Amanecer.

 

"Era ordenado y disciplinado para todo".- Alicia Navarro

El visionario Don Eugenio 

En un video, el escritor e historiador Enrique Krauze abordó la obra de Don Eugenio Garza Sada a través del libro “1915” de Manuel Gómez Morín.

“Lo llamó ‘1915’ porque en ese año había sido año límite de la violencia revolucionaria, pero también de revelación de que México tiene enorme potencialidades de reconstruirse bajo premisas de prosperidad, justicia y democracia mejores.

“Don Eugenio, Don Roberto y otros mexicanos nacidos a fines del siglo 19 son miembros de la generación de 1915 que construyeron instituciones que aún siguen vertebrando a México”, dijo Krauze.

Un aspecto que el fundador del Tec aprendió durante sus estudios profesionales, agregó Krauze, era el deber de la empresa con la educación.

 

“El primer círculo era la empresa, pero debía de proyectarse socialmente a través de educación técnica, pero no exenta de alma, sentido moral y reconocimiento humanístico.

“Ese fue el Tec y sigue siendo el Tec de Monterrey. Institución por la que han pasado grandes técnicos, humanistas, maestros y autores”, señaló el escritor.

El Tec: su ‘noveno hijo’

David Garza, rector y presidente ejecutivo del Tec, compartió los avances que ha tenido la institución a lo largo de los años desde su fundación en 1943 por Don Eugenio Garza Sada.

“Algo que comenzó en una casona con 350 estudiantes se ha transformado en la institución que somos hoy: más de 350 mil egresados y 90 mil jóvenes estudiando en más de 30 ciudades”, dijo Garza.

Al encontrarse entre las 30 mejores universidades privadas del mundo, agregó el rector, el Tec es un ejemplo de uno de los legados que dejó su fundador: el pensar en grande.

 

“Gracias a Don Eugenio y al grupo de líderes fundadores hoy existe un Tec comprometido con el desarrollo de la sociedad. Nos sentimos privilegiados por su guía como fundador.

“Como presidente del consejo de nuestra institución durante los primeros 30 años que sin duda fueron fundamentales para nuestros valores, cultura y aspiraciones”, dijo el rector y presidente ejecutivo del Tec.

Bajo el liderazgo de Don Eugenio Garza Sada, comentó David Garza, el Tec destacó con aportaciones que marcaban el rumbo de la institución y el liderazgo de la educación superior en México.

Previo a su mensaje,  se presentó un video animado realizado por estudiantes y profesores de la carrera de Arte Digital, así como alumnos de la carrera de Producción Musical de la institución el cual retrató la visión del empresario regiomontano.

La faceta empresarial

José Antonio Fernández, director general de FEMSA, compartió algunas reflexiones sobre el rol empresarial de Don Eugenio Garza Sada.

“A pesar de ser uno de los industriales más destacados del país él siempre decía que era un vendedor de cerveza. Para él las ventas eran la clave, por ello se propuso ampliar el mercado de la cerveza.

“Era un producto muy caro que solo se ofrecía en bares o restaurantes y sus consumidores eran solamente hombres. Consiguió que se vendieran en tiendas y que llegaran a la mayoría de los hogares”, señaló el director general de FEMSA.

Fernandéz añadió que el empresario fue un precursor del capitalismo social, concepto que aborda que, los beneficios que genera la economía del mercado, se compartan con la sociedad.

 

“Don Eugenio asumió un liderazgo social para beneficiar a la sociedad. Dedicó tiempo, recursos, talento y relaciones para apoyar proyectos y respaldar organizaciones sociales para promover el deporte y la cultura”, dijo José Antonio Fernández.

El evento realizado en el Centro de Congresos formó parte de “Liderazgo Humanista Presente”, programa conmemorativo por el 50 aniversario luctuoso de Eugenio Garza Sada.


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