¡Un legado humanista! Reconocen a sinaloense por su labor social

Agricultura y educación son las dos pasiones del empresario sinaloense Daniel Cárdenas Izábal, cuya labor social ha beneficiado a más de 93 mil personas.

Un hombre de familia, fundador de instituciones educativas, empresario agrícola e impulsor del bienestar de poblaciones agrícolas, son algunos aspectos que lo han definido durante sus 92 años de vida.

Gracias a su trayectoria, fue galardonado en septiembre de 2023 con el Premio Eugenio Garza Sada, que lo reconoció por su liderazgo empresarial humanista y labor social.

"El darle la oportunidad a la gente de prepararse mejor es lo que puede ayudar a mejorar nuestro país. La educación es la clave" - Don Daniel Cárdenas Izábal

Transformando las vidas del campo

Durante toda su vida Don Daniel se ha encargado de velar por mejorar la vida en el campo y en 2015 consolidó dichos esfuerzos en Fundación Cárdenas A.C, con la cual buscó continuar la mejora de la vida de los jornaleros.

Su misión se realiza por medio de acciones como: alfabetización, promoción de la lectura, equipamiento de escuelas públicas, becas, entrega de despensas y educación nutricional a familias de escasos recursos.

Fundación Cárdenas coordina la red “Rescatemos de Corazón Villa Juárez”, que vincula y gestiona proyectos de labor social en la comunidad más grande de jornaleros migrantes en México.

Esta comunidad recibe cada año más de 25 mil jornaleros del sur del país y la red cuenta con más de 40 aliados entre empresas, organizaciones sin fines de lucro, academia, y gobierno local.

Asimismo, busca resolver problemas locales referentes a la educación, salud, medio ambiente, creación de paz y desarrollo económico.

En cinco años la red ha implementado 126 proyectos de desarrollo comunitario que han beneficiado a 93 mil 481 personas.

"Hemos encontrado que si nuestro negocio nació en el campo, debemos de de educar a las personas del campo. He tenido mucho apoyo de mi hijo para dar a sus familias para darles la mejor educación", relató Don Daniel.

La pasión por el campo y sus inicios

De niño, expresó que quería ser doctor como su papá, sin embargo, este último le recomendó que intentara en la agricultura porque estaba teniendo un gran auge al inicio de los años cuarenta.

A sus 16 años fue enviado al campo, pues su padre quería ver si tenía madera de agricultor.

Después de pasar tiempo trabajando en el campo, desarrolló su pasión y decidió estudiar agricultura, por lo que emprendió un viaje a Ciudad Juárez a especializarse.

En su juventud también llevó clases de solfeo, por lo que solía juntarse con cantantes y juntos buscaban recaudar fondos para la Cruz Roja.

"La música te ayuda a olvidarte de muchas cosas, te hace concentrarte en lo que te hace feliz", relató.

Finalizada su carrera en 1949, regresó al Valle de Culiacán para participar en la agrícola llamada Tricar, fruto de la sociedad formada entre él, su padre y el Sr. Alfredo Tribollet.

"Me tocó ir a Florida para ver los campos experimentales y lo que estaban haciendo allá. Procuré siempre hacer cursos e investigar sobre innovaciones que se pudieran hacer en el campo", detalló Don Daniel. 

Al pasar de los años, fue innovando y expandiendo el negocio agrícola hasta participar en otras empresas como Adelnor o participar en el Hospital Ángeles de Culiacán.

De la agricultura a la formación educativa

Como parte de su misión de impulsar la educación, colaboró en la fundación de tres instituciones educativas del Estado de Sinaloa, aportando su tiempo, talento, capital relacional y recursos financieros para su desarrollo.

"El darle la oportunidad a la gente de prepararse mejor es lo que puede ayudar a mejorar nuestro país. La educación es la clave", expresó Don Daniel.

Por los años setenta, había una única gran universidad en Culiacán, por lo que Don Daniel junto con otros empresarios, se aliaron con gobierno para traer más universidades a la ciudad e incrementar la calidad educativa.

Las tres universidades en las que participó en su fundación fueron el Tec de Monterrey campus Sinaloa, la Universidad Autónoma de Occidente y la Universidad Católica de Culiacán.

"El fin del Tec era traer una universidad privada al estado de mayor calidad, para brindar más oportunidades y subir el nivel educativo de todo el estado", explicó Don Daniel.

Por su parte, Donato Robles, empleado de campo ya retirado y que trabajó con Don Daniel desde muy joven, expresó su sentir respecto a su antiguo empleador.

"Tiene mucho corazón, siempre ayuda incondicionalmente a la gente, una vez llevó a una niña con discapacidad a curarse a Ciudad de México", relató Donato.

De igual manera, el tenor mexicano José Manuel Chú, quién conoció a Don Daniel durante su juventud ratificó que siempre buscaba apoyar a los artistas sinaloenses.

"Siempre lo vi organizar eventos en pro de diversas causas, nos ha apoyado mucho y es un gran ejemplo de disciplina,  de amor por la vida, y de tener una gran visión empresarial", relató José Manuel.

Para finalizar, Don Daniel expresó que los jóvenes pueden hacer labor social aportando su tiempo, siendo parte de la solución de muchas problemáticas, y una vez egresados podrán impactar más desde sus empresas o negocios. 

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