Comensales se guiaron explorando con sus sentidos durante las actividades de la cena sensorial, donde se buscaba liberar todo su potencial.
Por Antonio Leal - 10/09/2018

Antonio Leal | Campus Sinaloa.

Entraron con un lento andar, temerosos y ansiosos, se adentraban dentro de una experiencia única. Con ayuda de un staff, fueron guiados hacia sus lugares.

La cena sensorial fue una actividad realizada por el área de Líderazgo y Vivencia como parte del marco del 75 aniversario del Tecnológico de Monterrey.

Alumnos, profesores y miembros de la comunidad vivieron una noche totalmente a ciegas, y reflexionaron sobre como al ser privado de uno de sus sentidos, una actividad cotidiana puede transformarse en una experiencia memorable.

Cena sensorial

En sus mesas, se encontraban rodeados de desconocidos. Sin prejuicios, conversaron, se escucharon y se reconocieron por el tono de su voz.

Con un sistema de guía parecido a un reloj, se orientaron para encontrar distintos objetos confiando en sus sentidos para realizar todas las actividades planeadas. 

Cynthia Rogers, líder de Arte y Cultura, compartió con CONECTA su experiencia como participante en la cena.

"Con la dinámica del mapa fue muy importante la cuestión del tacto.  Ya que era necesario sensibilizar más los dedos al momento de guiar las manos a través del mapa, sentir los puntos y el relieve"

Tras distintas actividades en las que fortalecieron sus sentidos, llegó el reto más difícil de la noche. Frente a cada uno de los comensales ahora se encontraba un platillo, el objetivo era comer haciendo uso de la experiencia ganada y el control de sus sentidos.

Cena sensorial

 

"Logré disfrutar más de la cena porque las raciones que yo podía tomar con mis cubiertos eran menores y podía disfrutar realmente de lo que estaba consiguiendo llevar a la boca"

Una vez terminada la cena, todos fueron llevados al centro y con distintas canciones, bailaron sin miedo alguno. Momentos después, fueron guiados devuelta a sus lugares, y finalmente se quitaron la máscara de dormir para encontrarse con aquellos con los que compartieron la experiencia.

Cena sensorial

 

"Darme cuenta de lo importante que es desarrollar la sensibilidad de los otros sentidos fue una experiencia muy enriquecedora", concluyó Cynthia al finalizar la actividad.

De acuerdo a Yujani Morga, coordinadora del evento, la intención era volver a los asistentes conscientes de que se encuentraban con visión limitada y que estén más al pendiente del resto de sus sentidos, para que puedan derrumbar las barreras del no poder realizar lo que se proponen y lograr grandes actividades que antes pensaban imposibles.

"Solo es necesario estar dispuestos a escuchar lo que nuestra mente y sentidos nos están indicando", afirmó Yujani.

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