Carlos Saenz, egresado del Tec de Monterrey comparte a CONECTA cómo cambió la industria del cine en México de la mano de Cinemex
Por Saray González | campus Ciudad de México - 12/01/2024 Fotos Shutterstock, Efrén Cubillo

En 1993, los mexicanos íbamos al cine apenas 1.8 veces al año, cuando en Estados Unidos iban dos o tres veces más en promedio”.

Fue en este escenario que Carlos Saenz, EXATEC de Mercadotecnia del Tec campus Ciudad de México y exdirector de Operaciones de Cinemex, comenzó junto con su equipo a cambiar la industria del cine en México.

Con un nuevo modelo de negocios implementaron tecnología para butacas enumeradas y un distinto formato en las salas con el fin de cambiar la experiencia de ir al cine.

El exdirector comenta que una de las primeras cosas que observaron fue la falta de salas de cine en el país.

“Descubrimos que en primer lugar no había suficientes pantallas de cine, en ese entonces en Manhattan por cada pantalla de cine había 10 mil habitantes aproximadamente, mientras que en la Ciudad de México por cada pantalla de cine había 160 mil”.

 

AMC Theatres, cadena de cines en Estados Unidos.
AMC Theatres, cadena de cines en Estados Unidos

 

Asimismo, menciona que, por esta falta de pantallas y formatos, muchas películas no llegaban a ser redituables en el país.

Había películas que no llegaban a México debido a que el formato de cine no permitía que el ciclo de vida de las películas fuera bastante grande.

Los formatos eran de salas muy grandes, eran aproximadamente de 700 a 900 butacas y si tú eras el dueño de un cine que tenía 900 butacas y entraba Batman, ahí duraba 3 semanas, pero después la tenías que sacar porque entraba Superman y así sucesivamente.

“Entonces el ciclo de vida de muchas de las películas no generaba ganancias en México y por eso decidían no traerlas”, explica Saenz.

 

“Había películas que no llegaban a México debido al formato de cine no permitía que el ciclo de vida de las películas fuera bastante grande”.

 

Un nuevo modelo de negocio en el cine

Fue así, que Carlos Saenz y su equipo iniciaron un nuevo modelo de negocio para Cinemex.

“En vez de 1 o 2 pantallas pasamos a hasta 19 pantallas en un cine que no fuesen de 900 butacas.

“A lo largo del tiempo podías meter un estreno en una sala de 300 butacas y después de algunas semanas pasarla a una de 100, entonces el ciclo de vida de la película se incrementada y así había una mayor oferta de películas”.

El empresario detalla que no fue hasta este siglo que las butacas en los cines comenzaron a ser enumeradas, trayendo consigo una mejora en el servicio y una nueva tecnología a las salas.

 

 

“El servicio era pésimo, existía reventa de boletos, las palomitas eran producidas en otro lugar y la tecnología que existía era muy precaria.

“Por lo que comenzamos a tener una filosofía de servicio apostándole a la gente joven, implementando este modelo de enumerar los asientos y de entender el progreso en México”, añade.

Carlos Saenz destaca que, a pesar del nuevo modelo de negocio, muchas situaciones las aprendieron equivocándose e intentando renovarse constantemente.

“Poco a poco fuimos mejorando, cometimos muchos errores al principio, se nos quemaban todas las palomitas, rayábamos las películas, pero teníamos la fortuna de tener un gran competidor que no nos dejaba descansar en ningún momento.

 

“Gracias a eso fue que hubo un incremento en la experiencia del cine en México que sigue evolucionando hasta nuestros días”.

 

Carlos Saenz y su filosofía empresarial

Carlos Saenz ha liderado desde la industria restaurantera, la del entretenimiento y hasta la farmacéutica. Ha trabajado en empresas como McDonald’s, Farmacias del Ahorro, fue director de operaciones en Vips México y actualmente es CEO de Synlab.

Y durante este tiempo ejerciendo como profesional, ha llevado a cabo el mantra de su vida: vivir en constante aprendizaje.

“Curiosamente cada vez que llego una empresa, no sé hacer nada de lo que hace en esa organización e intento llegar a mercados que desconozco para seguir aprendiendo, expresa.

 

Carlos Saenz
Carlos Saenz en Tec campus Ciudad de México

 

Su experiencia en el mundo de los negocios y su transición de industria a industria lo ha llevado a enfrentarse a retos constantes, pero Saenz comparte cuál ha sido la industria más retadora para él y la que lo ha impulsado a querer dejar un legado.

“La industria más difícil es toda aquella que implique la relación interpersonal.

“Es por eso yo creo que lo más valioso es la gente que trabaja en las compañías, los demás recursos se gestionan, se compran, se venden, se cambian, se modifican, evolucionan o se desechan, pero las personas no.

“Entonces un trabajo que involucre a personas es lo más complicado que hay para mí y también lo más apasionante porque es aquello que me deja la oportunidad también de dejar un legado.

“Cuando me encuentro que los chicos que empezaron conmigo haciendo palomitas, ya son gerentes o acabaron una maestría, para mí es un gran legado, porque me hace reconocer que yo fui un pequeño granito de arena que los impulsó a su crecimiento personal y profesional”, finaliza.

 

 

 

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