¿Qué significa el octágono en los empaques de alimentos y bebidas?

¿Has notado que algunos productos ahora traen una leyenda como exceso de grasas, exceso de sodio, exceso de azúcares, entre otros? 

En entrevista, la profesora Andrea Trujillo, del departamento de Mercadotecnia y Análisis, del Tec de Monterrey campus Santa Fe, explica el impacto que tendrá la implementación de la norma mexicana del etiquetado nutricional en la parte frontal de los paquetes.

Esta norma busca que los productos contengan un etiquetado nutricional que describa los riesgos para la salud que podrían presentarse al consumir artículos que contengan un alto contenido de azúcares, calorías, sal y grasas saturadas.

De acuerdo con la profesora, este nuevo etiquetado será benéfico para las compañías que manejen productos que son más nutritivos que otros; y también para las marcas que están enfocadas a consumidores más conscientes. 

“Estas marcas brindan al mercado argumentos tangibles que permiten tener una ventaja para esas empresas, al compararse con productos similares, además podrán jugar como producto sustituto de otro menos saludable”, dijo. 

Para ella el principal efecto positivo esperado es la reducción de los niveles de obesidad, que trae consigo otros beneficios adjuntos, por ejemplo, menor gasto público en esa enfermedad.

Por otro lado, también comenta que pueden existir efectos negativos. 

“Los efectos negativos serán principalmente para algunas empresas, ya que se verán en la necesidad de reformular o incluso retirar de los anaqueles algunos de sus productos, pues al mostrar que exceden ciertos lineamientos nutricionales dejarán de ser atractivos para el público”, expuso. 

Andrea expone que esta estrategia de etiquetado tiene efecto en dos sectores: los consumidores y los fabricantes de alimentos.

Señala que tendrá que haber un punto donde se satisfagan las necesidades de los clientes y los intereses de los productores.

La profesora cree que esta situación contribuye bastante a tomar consciencia de lo que se come, sin embargo, para ella esto no ataca el problema de raíz.

“Se requiere de una orientación nutricional más especializada para que el grueso de la población entienda la gravedad y las consecuencias de la obesidad. Porque, por ejemplo, todos los antojitos que se ofrecen en 'la calle' no tienen una regulación como esta, no están etiquetados.

"Entonces el consumidor que no tiene más conocimientos sobre nutrición podrá evitar los alimentos etiquetados, pero no sabrá qué otros alimentos pueden dañar su salud. Si el individuo tiene mayor información para tomar decisiones será más consciente de lo que está comiendo”, comentó. 

Andrea señala que esta norma es algo positivo, ya que enfatiza que los consumidores deben tener más elementos para tomar una mejor decisión sobre su alimentación. 

“Lo bueno de estas nuevas etiquetas es que son grandes, sencillas y fáciles de visualizar, porque no todos tenemos conocimientos más profundos de nutrición, pero frases como 'alto en azúcar', 'exceso de calorías', son fáciles de entender”, expresó. 

Para finalizar, la profesora del Tec de Monterrey señaló qué tan efectivo será esta nueva estrategia y por qué será mejor que la anterior.

“Las nuevas etiquetas (o sellos) son más visibles que las anteriores, ya que el tamaño es mucho mayor, tienen menos palabras, y ya no se habla en términos de calorías, sino que señalan directamente cuál es el estatus de cada producto”, afirmó.  

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