Mensaje de José Antonio Fernández, presidente del Consejo del Tec de Monterrey, durante la entrega del Premio Eugenio Garza Sada 2018, este 17 de septiembre
Por José Antonio Fernández Carbajal - 18/09/2018

José Antonio Fernández Carbajal | Opinión

México y el mundo han cambiado mucho desde que se estableció el Premio Eugenio Garza Sada en 1993 para honrar la memoria de ese mexicano ejemplar, quien convirtió una vida de oportunidades en oportunidades para los demás, y quien falleció hace 45 años.

Desde entonces destaca el avance de la democracia en nuestro País y la mejor prueba de ello es la decisión de los electores, en julio pasado, de otorgarle su confianza a un candidato que obtuvo el 53 por ciento de los votos, representando a una alianza que tiene mayoría absoluta en ambas Cámaras del Congreso.

La nueva Administración tendrá los instrumentos legales y legítimos para emprender una alternativa por el desarrollo de México. Contará con la energía y esperanza de millones de mexicanos para enfrentar la inseguridad, la corrupción y la impunidad; encarar la pobreza y la desigualdad, e impulsar un crecimiento económico sostenido y suficiente.

Más allá de reparar graves condiciones de injusticia, deberá apuntalar las bases de prosperidad para hacer frente a los grandes cambios demográficos, económicos, sociales, tecnológicos y ambientales en el mundo.

Los invito a reflexionar sobre lo que este momento histórico significa para México, considerando como objetivo primordial el garantizar la libertad, la paz y el desarrollo con justicia para todos.

Para lograrlo necesitamos participar en este esfuerzo colectivo, porque si el Gobierno lo hace bien, le va bien al País, y nos va bien a todos.

La historia nos ha demostrado que la democracia liberal es el sistema político que genera las mejores condiciones para cumplir tales anhelos sociales. Esa democracia basada en el funcionamiento transparente y eficaz que asegura el Estado de derecho y el pluralismo: un Gobierno de todos y para todos.

En esta circunstancia inédita para México, considero que hay cinco pilares para consolidar nuestra democracia:
 
1.- Lograr mantener una plena separación de Poderes y la vigencia del Federalismo, pues está comprobado que los contrapesos nos ayudan a ser mejores en la toma de decisiones. La conciencia es el mejor contrapeso en el ser humano, el consejo de administración y sus accionistas en las empresas, y los comités académicos en las universidades.

2.- La existencia de instituciones fuertes y responsables que trasciendan los vaivenes electorales. Todos debemos defender y fortalecer órganos electorales imparciales, un Poder Judicial independiente, un Banco Central y organismos reguladores autónomos. También el respeto a la libertad de pensamiento y de asociación. A la supremacía de la ley y a las libertades de comercio, de empresa y de propiedad. A exigir que la libertad de expresión se refleje en medios de comunicación libres, críticos y creíbles.

3.- La importancia de una participación ciudadana permanente asumiendo compromisos mucho más allá del voto. Debemos involucrarnos en organizaciones sociales, comunitarias y vecinales, en clubes de servicio, y en instituciones religiosas, educativas y deportivas. Y que dentro de estas organizaciones promovamos el diálogo y el debate.

4.- La tolerancia y el derecho a disentir para que no haya un pensamiento único, sino riqueza social. Don Eugenio lo expresó en el Ideario Cuauhtémoc al subrayar la importancia de respetar las "diversidades que puedan encontrarse en la idiosincrasia de los demás".

Ciertamente alcanza verdadera credibilidad quien opina con el rigor de los datos, con información verificable, sin conflicto de interés y con la intención de que a México le vaya bien.

Las instituciones de educación superior jugamos un papel clave en ello partiendo del conocimiento, la innovación, la ciencia y la sensibilidad del tejido social.

5.- La consolidación de liderazgos sociales que sean íntegros y empáticos. Líderes generosos, dispuestos a asumir su obligación de devolverle a la comunidad en trabajo, tiempo y dinero. Esos líderes que tanto necesitamos como sociedad, son los que buscamos reconocer a través del Premio y, sobre todo, formar en el Tec de Monterrey.

Estoy seguro de que todos estos elementos de nuestra democracia nos conducirán a vivir con libertad, paz y armonía como lo señalaba Don Eugenio. Y eso es precisamente lo que aspiramos para México en los años por venir.

 

* Discurso de José Antonio Fernández, en el marco de la entrega del premio Eugenio Garza Sada, este 17 de septiembre. 

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