Su endulzante lo ha hecho ganar competencias nacionales e internacionales y ahora busca llevarlo a nivel industrial
Por Asael Villanueva | Redacción Nacional - 13/11/2020

 “Mi sueño es que algún día marcas internacionales pongan en sus etiquetas que están endulzados con Xilinat, comenta Javier Larragoiti.

El fundador de Xilinat, endulzante hecho con residuos de maíz que ha ganado concursos de emprendimiento tanto en México como en el extranjero, busca ahora producirlo a gran escala para su venta masiva.

Larragoiti, junto con sus socias Lorena Pedraza e Isabella Fernández trabajarán en el Centro de Biotecnología FEMSA del Tec de Monterrey para lograr concretar este objetivo.

En dicho centro trabajarán en crear una línea de manufactura que aumente la producción de su producto de una forma masiva. 

“Este paso es importante para demostrar que es factible. Si todo funciona bien estaremos al 80 por ciento de avance de ponerlo masivamente a nivel comercial”, comentó.
 

Javier trabajando en el desarrollo de XiliNat en un laboratorio


Xilinat es un endulzante cuyo único ingrediente es el xilitol, que se obtiene olote de maíz, y que puede ser consumido por diabéticos por su bajo nivel glucémico.

Además previene las caries y contiene 40% menos calorías y 75% menos carbohidratos.

Javier creó Xilinat luego de que a su papá le diagnosticaron diabetes y se rehusara a consumir los endulzantes que existían en el mercado.

Su proyecto obtuvo el primer lugar en 2018 en INC Accelerator y el primer lugar en Heineken Green Challenge 2020, ambos retos del festival de emprendimiento INCmty, organizado por el Tec de Monterrey.

En el 2019 logró el primer lugar internacional del concurso "The Venture", competencia de emprendimiento realizada en Ámsterdam, Holanda.

Su más reciente logro en 2020 fue el ganar el Heineken Green Challenge, otro de los retos de INCmty.

 

Xilinat obtuvo el primer lugar en INC Accelerator 2018.
Javier y su equipo cuando obtuvieron el primer lugar en INC Accelerator

 

Todo inició por ayudar a su papá

“Mi papá fue diagnosticado con diabetes. Siempre escuchamos que es una de las principales causas de muerte en México. Pero hasta que lo vives es cuando lo entiendes”, comentó Javier.

La primera idea que tuvo para ayudar a su papá fue la de crear una pastilla que hiciera que las cosas supieran dulces y evitar el consumo de azúcar, sin embargo era un proyecto inviable.

“Le acercábamos otros endulzantes como Stevia o Splenda y no los usaba por el sabor que tenían”, recordó Javier.

 

 

Javier junto a su papá quien fue la inspiración de Xilinat
Javier junto a su padre en una cocina


Sin embargo, le llegaría una idea desde la boca de los pacientes de su hermana quien es dentista.

“Mi hermana estaba estudiando el uso de xilitol en niños”, mencionó Javier, quien describe que esta sustancia era usada contra las caries, pero tenía un sabor dulce.

“Ella les daba xilitol en vez de flúor y los niños lo tomaban felices y hasta le pedían más. Mi hermana trajo algunas muestras de Estados Unidos y sabía a azúcar”, dijo.

Una de las razones de que el xilitol no fuera usado como endulzante es que el proceso para obtenerlo es costoso y contaminante, ya que se usa madera de abedul.


 

Xilinat se realiza mediante un proceso que usa residuos de elotes.
XiliNat se realiza mediante un proceso que usa residuos de elotes

 

Descubre una mina dulce en el elote

Javier decidió invitar a Lorena Pedraza, quien fuera su profesora de química en la Universidad Iberoamericana, para crear un mejor proceso para obtener xilitol.

“Lorena tenía un proceso para hacer bioetanol usando algunos residuos. Así que hablé con ella y adaptamos esta plataforma para Xilinat, indicó Javier.

A diferencia del proceso que usa madera, este nuevo proceso utiliza residuos de elotes, que son comprados a campesinos ayudando también a su economía.

“Ahorita trabajamos con 52 campesinos. El dinero algunos lo han usado para mejorar su casa.

"Una familia compró un refrigerador por primera vez, otra arregló su tubería para tener agua caliente y otra familia podrá hacer que su hija pueda ir a la escuela”, relató Javier.

 

XiliNat vertido en una mesa formando el nombre del producto

 

Además de apoyar la economía de estas familias de escasos recursos también se evita la quema de olotes y se evita la liberación de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.

“A diferencia de otros endulzantes somos el único que es uno a uno con el sabor del azúcar.

"Además el índice glucémico que tiene Xilinat es de 7 mientras que el del azúcar es de 64, por lo que no se necesita insulina para metabolizarlo”, comentó Javier.

 

Su camino al éxito

Luego de obtener el primer lugar en INC Accelerator en 2018, Xilinat recibió $1 millón de pesos en artículos como renta de oficinas o branding para su producto.

“Ahí sentamos las bases para la comercialización. Gracias a eso estamos presentes en canales digitales como Amazon y Mercado Libre, entre otros”, aseveró Larragoiti.
 

Javier obtuvo el primer lugar en The Venture 2019.
Javier obtuvo el primer lugar en The Venture 2019

 

En 2019, Xilinat representó a México en la competencia The Venture organizada por la empresa Chivas Regal, en la que ganó el primer lugar, 300 mil dólares y el reconocimiento como “Mejor empresa social del mundo”.

“Fue mucho estrés. Tuve que hacer mi presentación de negocios frente a 2 mil personas. Antes de subir tomé mucho café.

“Subí, di el pitch, y lo siguiente que recuerdo es escuchar cuando dijeron nuestro nombre como el ganador, recordó riendo Larragoiti.
 

Captura de pantalla de XiliNat durante el evento


En el 2020 ganó el primer lugar del Heineken Green Challenge, dentro de INCmty, en la que el tema fue la economía circular, es decir, utilizar residuos como materia prima para la manufactura de productos.

Me gustan mucho los retos porque tienes la oportunidad de conocer otros proyectos. Al final de más de mil proyectos quedamos 70

Xilinat obtuvo $500 mil pesos así como un proceso de incubación en el Tecnológico de Monterrey.

 

Xilinat puede ser usado en bebidas y alimentos.
Xilinat y un alimento en el que se usó

 

Presente y futuro para Xilinat

Antes de que iniciara la pandemia, Javier y su empresa ya trabajaban en la producción a un nivel industrial dentro del Tec.

Sin embargo, tras el cierre del campus Monterrey como parte de las medidas ante el COVID-19 el proceso se retrasó algunos meses, pero será el siguiente paso para Xilinat.

“Me siento más tranquilo, muy emocionado porque usaremos la planta piloto que tiene el edificio de Biotecnología del Tec", añadió.

 

 

Actualmente su producto está disponible en canales digitales y en su página web disponible para personas, quienes como su padre, ya lo consumen.

“Mi papá es muy sentimental. Está siempre orgulloso y está contento de haber sido la inspiración de un proyecto que va creciendo”, dice Javier.

Todo este camino lo ha llevado a tener presente su siguiente meta: la de lograr es que marcas internacionales usen Xilinat para sus productos.

“Que sea una empresa internacional que pueda decir orgullosamente que sus productos están endulzados con Xilinat”, finaliza Javier.

 

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