El mexicano Francisco González ha llevado su estilo por el mundo creando obras arquitectónicas reconocidas
Por Asael Villanueva | Redacción Nacional CONECTA - 02/08/2021 Fotos Alejandro Salazar

Cuando Francisco González Pulido fue a pedir un consejo a su profesor de arquitectura Andrés González Arquieta escuchó las palabras que lo convertirían en un arquitecto global: “Te tienes que ir de México, no te puedes quedar”, le dijo.

Ese consejo fue el disparo que marcaría el inicio de la carrera internacional del arquitecto por 4 regiones del mundo, donde ha diseñado más de 30 proyectos en 30 años.

El egresado del Tec de Monterrey es uno de los arquitectos mexicanos con más obras construidas en el mundo: un aeropuerto de drones de carga, en Dubái; laboratorios en Alemania; rascacielos en China y Las Vegas; incluso el aeropuerto mexicano de Santa Lucía es uno de sus proyectos.

Cada uno de ellos con el estilo que aprendió al seguir el consejo de su profesor cuando le dijo que recorriera el mundo y ampliara su visión: proyectos funcionales que tengan solamente lo necesario.

“Siempre digo que mis proyectos son como coches de Fórmula 1, donde no hay nada superfluo, solo tienen lo que necesitan”, asevera González.

 

El arquitecto Francisco González egresó del Tec y posteriormente trabajó en proyectos de la institución

 

Prefiere un estilo funcional a uno decorativo

Para cuando llegó a su primera clase con el arquitecto Arquieta, quien le sugirió aprender tanto dentro como fuera del país, González ya había vivido en la Ciudad de México y en Tampico, Tamaulipas.

“El contraste de vivir en una ciudad tan inmensa y tan compleja y llegar a este contexto tan rural empezó a empujarme a pensar cómo se forma una ciudad, menciona González.

Construir un cobertizo para un tractor, una torre de antena e incluso bodegas industriales se volvieron parte de sus retos diarios.

“Es ahí donde realmente empiezo a sentir una necesidad: antes de empezar a diseñar yo tenía que construir. Antes de ser arquitecto empecé a pensar en términos de urbanismo, menciona.

 

"Antes de empezar a diseñar yo tenía que construir. Antes de ser arquitecto empecé a pensar en términos de urbanismo".

 

González explica que la ciencia es parte fundamental de su trabajo, por lo que siempre busca que sus obras sean sustentables, eficientes energéticamente e incluso permitan la ventilación y climatización desde el diseño como tal.

Por ejemplo, en entrevista con el canal de YouTube Línea México explica que el aeropuerto de Tailandia en el que participó fue el primer proyecto aeroportuario en aplicar un sistema de climatización por zonas ocupadas.

Detalla que mientras la parte superior de esta terminal aérea podría estar a una temperatura de 30 o 40 grados centígrados, las zonas para las personas se mantenían a una temperatura menor, lo que representa un ahorro energético.

“La arquitectura se origina mucho del pensamiento científico, de entender las condiciones climáticas, geográficas, de suelo, de sismos y de viento de los lugares.

“Esto requiere una mente de ingeniero antes que la mente de un arquitecto. Esa belleza de lo funcional es lo que los hace, si es que llegan a ser, extraordinarios”, dice González.

 

 

 

El profesor que lo impulsó a construir en diversos continentes

En el año de 1987 Francisco se mudó a Monterrey para estudiar la carrera de Arquitectura que lo llevaría a conocer al profesor que lo invitó a construir sus sueños no solo dentro, sino fuera de México.

“Yo recuerdo que (en el Tec) se hablaba mucho de Arquieta y sonaba interesante su nombre, tenía buen ritmo: el 'arquitecto Arquieta'”, comenta Francisco sonriendo.

El profesor de la clase de diseño urbano marcaría la vida de González desde la primera clase.

González Arquieta explicó a Francisco y a sus compañeros la responsabilidad que tenían los arquitectos de construir un espacio de desarrollo para las personas, dentro y fuera de su país.

“Para mí fue muy importante porque muchos de mis profesores hablaban de lo que pasaba aquí en México, pero él hablaba de lo que pasaba en todos lados”, menciona González.

Al egresar del Tec, Francisco buscaría al profesor Arquieta para pedirle su consejo y una carta de recomendación.

Recibiría a cambio el reto que lo llevaría por el mundo, siendo la universidad de Harvard su siguiente destino.

“Me dijo: ‘Sé que va a ser muy difícil, pero no vuelvas en mucho tiempo, quédate (en el extranjero) lo más que puedas’", mencionó.

 

Francisco González ha trabajado en proyectos en 3 continentes

 

La petición del profesor sería la puerta de entrada para estilos y escuelas de arquitectura que Francisco no conocía aún, pero que lo llevarían a ser reconocido internacionalmente.

Tras abordar el avión rumbo a Harvard abrió en el aire la carta que le había dado Arquieta en la que no solo describió su labor como alumno y arquitecto, sino que hablaba de la admiración que sentía su profesor por él.

“Hablaba de lo que él sentía que podía ser mi contribución en el futuro (para el mundo) y para mí eso significó todo. 

“No solo decir ‘fue un buen estudiante’, sino decir ‘Francisco tiene ese compromiso con la ciudad como lo tuve yo’”, recuerda sonriendo Francisco.

El arquitecto González Arquieta, docente del Tec por 50 años, director de carrera y ganador de premios nacionales e internacionales, alcanzaría a ver algunos de los proyectos de Francisco por México y el mundo antes de fallecer en el año 2016.

 

 


 

Contexto y cultura: elementos para crear espacios por el mundo

En 2017 Francisco fundó FPG Atelier, su propia firma, con la que construyó el estadio de béisbol de los Diablos Rojos con capacidad para 20 mil personas.

Más tarde, en 2019, inició la construcción de una torre de 320 metros de altura en Guangzhou, China.

Uno de los principales retos a los que Francisco mencionó enfrentarse es a crear algo que se sienta parte del entorno, que no desencaje y que sea útil y funcional.

“Esta es una carrera que es tremenda porque cada proyecto es empezar otra vez. Cada cliente es un mundo, cada contexto y cultura es diferente. Llegas a China y te dicen: 'Este edificio tiene que ser contextual' y dices: 'Es que yo soy mexicano. ¿Cómo voy a hacer eso?'”, narra sonriendo.

 

“Llegas a China y te dicen: 'Este edificio tiene que ser contextual' y dices: 'Es que yo soy mexicano. ¿Cómo voy a hacer eso?'”.

 

Algunos de sus primeros proyectos fuera de México ocurrieron en 2002, en Alemania, donde diseñó un laboratorio para la farmacéutica Bayer, en Leverkusen.

También es graduado de la maestría en Tecnologías de Construcción y Administración de Proyectos en la universidad de Harvard a la que ingresó en 1998.

Asimismo es miembro del consejo de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tec de Monterrey y miembro de la Asociación de Empresarios Mexicanos en Chicago.

 

Francisco González egresó en 1991 de la licenciatura en Arquitectura en el Tec en Monterrey

 

Remodelando “la catedral” de su infancia

Francisco no solo convivió con el arquitecto Arquieta en el Tec, sino que ahí tuvo la oportunidad de conocer el que sería uno de sus más grandes retos y proyectos: La Rectoría.

“La Rectoría para mí es un momento crucial en mi vida. Pasaba caminando con mi mochila por ese edificio todas las mañanas. Era como un edificio sagrado, una catedral donde cuidabas tus pasos.

“(Los estudiantes) no sabíamos realmente qué había adentro. Solo rumores de los tesoros que contenía. 32 años después, el Tec me dice: ‘Francisco, queremos una propuesta (de remodelación)’”, recuerda.

La Rectoría del Tec de Monterrey incluye un mural diseñado por Jorge González Camarena, por lo que Francisco buscaba mantener su esencia y a la vez darle un cambio “democrático, como él mismo menciona.

“Ese reto fue extraordinario. De ahí viene su nombre. Lo bauticé como 'Transparente, la Rectoría renovada'”, comenta.

 

 

El edificio es visible desde la calle y atrás del mismo se encuentra el edificio “La Carreta” y posteriormente el edificio de “Centrales”.

Francisco buscó que estos edificios que considera emblemáticos fueran visibles desde la entrada con un diseño industrial y minimalista, el cual disfruta aplicar a sus obras.

Cambiamos la fachada con mucho respeto, manteniendo las líneas originales, pero dándole esa transparenciaEntras al edificio y te sientes en un lugar democrático, abierto, que te habla de otra experiencia”, señala.

González fue también el encargado de diseñar el laboratorio de nanotecnología TecNano, con zonas comerciales, auditorio y con requerimientos como control de la vibración, control del aire y temperatura.

 

El arquitecto mexicano Francisco Gonzales tiene 30 años de experiencia profesional

 

Su diseño original del aeropuerto mexicano

Luego de egresar de la licenciatura en Arquitectura en el Tec de Monterrey en 1991, Francisco sería el primer socio de Helmut Jahn, un reconocido arquitecto alemán.

En 2012 se convirtió en presidente de la firma de Helmuth en Chicago, en donde participó en diversos proyectos relacionados con aeropuertos.

El diseño del aeropuerto de Colonia/Bonn, en Alemania; el Aeropuerto internacional Suvarnabhumi en Bangkok, Tailandia; y la expansión de terminales del Aeropuerto Internacional O’Hare, en Chicago, son algunos de ellos.

González es también el responsable del diseño del Plan Maestro del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Durante la entrevista con el canal Línea México, González explica que el diseño incluye pistas de más de 4 kilómetros de longitud, más grandes incluso que las que él mismo diseñó en el aeropuerto de Colonia, Alemania

“Las pistas son de gran longitud, tienen anchos extraordinarios, se van a hacer con concreto hidráulico (...) Veo una arquitectura honesta, funcional, técnica y no decorativa”, señaló González en esa entrevista.
 

 

 

 

30 años de trayectoria

Para conmemorar su trayectoria, el Museo Metropolitano de Monterrey realizó la exposición “30 años, 30 historias, 30 proyectos” del 18 de junio al 21 de septiembre de 2021.

“Esta es una exhibición que se concentra en cómo hacer más con mucho menosTodos estos proyectos tienen esa lógica, están escogidos exactamente por eso. Es la belleza de lo funcional”, menciona Francisco.

La muestra incluye maquetas, borradores y bosquejos de sus primeros proyectos residenciales así como edificios de oficinas, laboratorios e incluso el aeropuerto de Santa Lucía y el estadio de béisbol de los Diablos Rojos, ambos en CDMX.

Cuando se le pregunta a González qué palabras diría al profesor que lo inspiró a ampliar su visión arquitectónica por el mundo se limita a contestar en pocas palabras, similar a cómo diseña sus proyectos, diciendo solo lo esencial.

“Si estuviera aquí ahora le diría: ‘Maestro, está usted en todas partes’. Le diría que está presente en muchas de las historias de mis edificios”, finaliza.

 

 

 

 

 

SEGURO QUERRÁS LEER:

 

Seleccionar notas relacionadas automáticamente
1
Campus:
Etiquetas:
Categoría: