En México casi el 80% de la venta de libros se hace en versión impresa
Por José Longino Torres - 17/10/2018

José Longino Torres | Redacción Nacional

En el contexto de la Feria Internacional del Libro Monterrey 2018, que reúne a 200 mil visitantes con más de 650 editoriales, en CONECTA abordamos el tema de la permanencia del libro físico.

María de Alva, directora de la carrera de Letras Hispánicas del Tec de Monterrey, afirmó que es extraño el que el libro haya sobrevivido a la era digital.

"El libro no está en peligro de extinción. A diferencia de otros objetos como los CD o los DVD que han pasado ya a formatos digitales a través de la red, el libro-objeto se sigue vendiendo (...) aunque ciertamente el Kindle sí es popular también.", señaló De Alva.

De acuerdo a cifras dadas por la académica, en México casi el 80% de la venta de libros se hace en versión impresa.
 

Armando Ruiz-Reyna, director ejecutivo de la Feria Internacional del Libro Monterrey, coincidió en que la evolución del libro es lo que lo mantiene vigente, fuera de peligro de su extinción.

"El libro digital es la evolución del libro impreso en sí, una nueva especie de la misma familia de instrumentos cuya característica principal es la transmisión y conservación de la palabra", expresó.

"La convivencia de todos los formatos del libro es lo que se espera suceda. Los lectores, con sus distintos estilos de vida y necesidades, son quienes irán eligiendo por medio de su "selección natural" la forma final evolutiva del novus liber (nuevo libro)", señaló Ruiz-Reyna.

Ana Lucía Macías, coodinadora nacional del programa "Pasión por la Lectura" del Tec de Monterrey, opinó que el libro ha demostrado su permanencia gracias a que es un artefacto tecnológico cultural que permite acceder de una manera estructurada a contenidos.

"Hoy valoramos de manera muy especial los primeros libros, pero también disfrutamos de las nuevas ediciones y formatos que llegan a nuestras manos. El libro y la lectura permanecen", señaló.


LOS LIBROS DIGITALES

María de Alva señaló que aunque en el caso de los libros digitales, el dispositivo pesa menos, cuesta menos y es más fácil de llevar, se necesita batería y aunque sí se pueden hacer apuntes, no siempre es tan fácil hacerlo.

"Las nuevas generaciones siguen comprando libros impresos. Sólo hay que ir a la Feria del Libro para comprobarlo. Niños y jóvenes, si bien usan dispositivos electrónicos, quieren el libro impreso", señaló.

Ruiz-Reyna indicó que el libro digital será sin duda el instrumento de mayor alcance para los materiales de consulta, como libros de texto, manuales, enciclopedias, diccionarios. Y conforme mejore su visualización, de una gran parte de la lectura recreativa.

"La mayor posibilidad de almacenamiento y disponibilidad (miles o millones de títulos y artículos disponibles) es quizá la mejor de sus ventajas respecto al libro impreso", precisó el director de la FIL.

Por otro lado, Macías explicó que ya existen algunos ejemplos en la industria editorial en donde el libro físico integra elementos que facilitan el acceso a mayores contenidos por medio de enlaces a recursos tecnológicos.

"Este es un ejemplo de cómo conviven diferentes opciones y formatos de libro físico, digital, audiolibro y cómo con la tecnología contamos y contaremos con apoyo en la difusión de los contenidos", opinó.

"Las nuevas generaciones siguen comprando libros impresos. Sólo hay que ir a la Feria del Libro para comprobarlo. Niños y jóvenes, si bien usan dispositivos electrónicos, quieren el libro impreso"

¿El libro está en peligro de extinción?


¿QUÉ SE VISLUMBRA EN EL FUTURO?

María de Alva concluyó: "Los sentidos táctiles y olfativos guardan una memoria importante de los libros, son parte de una nostalgia y una memoria colectiva que nos hermana y los lectores siguen acudiendo a ellos".

"A las personas les gusta tener el objeto en las manos por diversas razones, tales como colección personal, para obtener una firma del autor, porque les gusta tenerlo en las manos, para subrayarlo, por el olor", afirmó De Alva.

Ruiz-Reyna aseguró que el libro impreso seguirá manteniéndose en el gusto del lector práctico, cuya movilidad y estilo de vida le será más cómodo.

"La convivencia de todos los formatos del libro es lo que se espera suceda. Los lectores, con sus distintos estilos de vida y necesidades, son quienes irán eligiendo por medio de su "selección natural" la forma final evolutiva del novus liber (nuevo libro)", concluyó.

Ana Lucía Macías afirmó que el actor clave es el lector, que elegirá el formato de acuerdo a sus gustos, costumbres y prácticas para acceder a los contenidos.

"Un lector podría elegir, por ejemplo, un libro físico o digital como texto académico pero quizás el mismo lector seleccionaría un libro digital o un audiolibro para leer o acceder a contenidos de una novela o poesía", afirmó.

"Los sentidos táctiles y olfativos guardan una memoria importante de los libros, son parte de una nostalgia y una memoria colectiva que nos hermana y los lectores siguen acudiendo a ellos"

 

 

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