Profesora del Tec de Monterrey habla sobre la importancia de que las fronteras entre México, Estados Unidos y Canadá vuelvan a abrirse para generar movimiento social y mayor crecimiento económico
Por Gabriela de la Paz | Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno - 18/11/2021 Fotos SHUTTERSTOCK y PIXABAY

Gabriela de la Paz | Opinión | Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno

Poco a poco la frontera México-Estados Unidos vuelve a la dinámica previa a la pandemia.

Desde que se decretó el cierre de los puestos fronterizos para los viajes terrestres no esenciales, hace casi 20 meses, millones de personas en ambos lados de la línea vieron cómo sus planes se truncaban.

No obstante, el paso estuvo abierto para ciudadanos estadounidenses, personas con permiso de residencia, trabajo o estudios, o camiones con mercancías, el mensaje fue que la frontera estaba cerrada.

Aunque cada ciudad estadounidense de la frontera tiene características propias, la gran mayoría depende del comercio minorista con México.

 

La frontera México-EU se abrió comercialmente el pasado 8 de noviembre.
La frontera México-EU se abrió comercialmente el pasado 8 de noviembre.

 

Por ejemplo, en 2019 la Cámara de Comercio de McAllen afirmaba contar con una base de consumidores de más de 10 millones de personas en un radio aproximado de 321 kilómetros y servir a una población binacional de 1.8 millones de personas.

Éste es el motor de la economía de McAllen, que entre 2009 y 2019 creció 138 por ciento.

El auge comercial se aprecia en que 40 de los 100 principales minoristas de Estados Unidos tenían al menos una sucursal ahí. Era la ciudad texana número 1 en ventas minoristas per cápita.

Por su parte, Laredo combina un perfil de comercio de minoristas y de ser el principal puerto de ingreso de mercancías en el sur de Estados Unidos y el tercero más activo entre más de 450 puntos de entrada aéreos, marítimos y terrestres.

Tan sólo en el 2020, el 37.43 por ciento del comercio entre México y Estados Unidos pasó por Laredo. Más de 4 millones de camiones con mercancías cruzan por ahí cada año.

El comercio total de los años 2018, 2019 y 2020 fue de 200 billones de dólares.

 

"Aunque cada ciudad estadounidense de la frontera tiene características propias, la gran mayoría depende del comercio minorista con México".

 

Aunque Laredo no depende tanto del comercio minorista como McAllen, en los últimos años ha desarrollado una importante infraestructura destinada a atraer compradores mexicanos, como prueban las actividades de Casa Laredo, enfocadas a promover el turismo a esa ciudad.

La necesidad de reanudar las prácticas sociales y comerciales transfronterizas no es exclusiva del norte de México.

En una audiencia pública celebrada ayer con Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés), la Senadora por Minnesota, Amy Klobuchar, expresó su preocupación de que el turismo en la frontera con Canadá pudiera reanudarse en condiciones lo más sencillas posible.

Aunque ésta también es una práctica cotidiana de los canadienses, el monto total del comercio entre Canadá y Minnesota no llega ni a los 20 billones de dólares, y aún así, Klobuchar estaba presionando para que se facilitara el tránsito de personas y mercancías.

En el norte de México nos interesa sobremanera volver a las prácticas de siempre con Texas y los otros Estados fronterizos.

No tanto por el "Black Friday" y las compras de Navidad que se truncaron el año pasado, sino porque la economía está vinculada y es el detonador de creación de empleos a ambos lados del Río Bravo.

El cambio en los números de la economía que veremos al final del año harán evidente que la política no puede separarse de las prácticas sociales y los procesos económicos y comerciales.

En la reunión entre Joe Biden, Andrés Manuel López Obrador y Justin Trudeau, se habló de muchas cosas y se congratularon de que las fronteras vuelven a ser abiertas y fluidas.

 

"El cambio en los números de la economía que veremos al final del año harán evidente que la política no puede separarse de las prácticas sociales y los procesos económicos y comerciales".

 

Después de todo, el origen de esta alianza trilateral es el comercio entre los tres países.

Si bien Trudeau y Biden no están en su mejor momento, como señaló Genaro Lozano en su artículo (puede leerse en elnorte.com/trilateral), espero que los tres líderes acuerden trabajar en garantías que hagan difícil volver a prácticas proteccionistas.

En Europa han hecho mucho énfasis en tomar medidas por que ven claro que las ideas de Trump llegaron para quedarse. México y Canadá deberían hacer lo mismo.

Las fronteras no son las líneas delimitadas y aparentemente inamovibles que vemos en los mapas.

Por el contrario, son zonas muy activas donde pasa todo y en las que con frecuencia se evidencian las contradicciones entre las prácticas y las leyes por tratarse de lugares donde se encuentran los puntos de cruce internacionales y los límites territoriales nacionales.

Y desde el 8 de noviembre volvieron a ser el punto de encuentro entre clientes y comercios, pero, sobre todo, entre amigos y familias.

 

* La autora es profesora del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales del Tec campus Monterrey.

** Este texto fue publicado el 17 de noviembre de 2021 en los diarios Reforma, El Norte y Mural, y se reproduce con permiso.

 

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