Estudiante del campus Monterrey opina sobre la participación de los dirigentes políticos dentro del panel organizado por la Sociedad de Alumnos de Licenciado en Derecho (SALED)
Por Luis Lauro Torres | editorial - 25/11/2019

A más de un año de la histórica elección del 1 de julio del 2018, los partidos políticos no han entendido el mensaje de nosotros los jóvenes universitarios: los tiempos ya cambiaron.
 

El viernes 22 de noviembre, la Sociedad de Alumnos de la Licenciatura en Derecho (SALED) del Tecnológico de Monterrey realizó, con la mejor intención, el panel de discusión “Partidos Políticos: ¿Hacia Dónde Van?”, al que acudí con la mayor expectativa.
 

Estando en los últimos días de mi carrera, llegué al Centro de Congresos con un poco de nostalgia, pero emocionado de escuchar cosas nuevas.


El Tec de Monterrey ha sido partícipe de grandes cambios culturales al interior. Hoy celebro que la pluralidad política y la capacidad de los estudiantes para organizar este tipo de foros es muy alta. Otro ejemplo, además del de ayer, es el foro "Actúa 2018" –en el que colaboré–, único panel universitario en el País que reunió a todos los candidatos a la Presidencia.
 

En esta ocasión, los dirigentes nacionales de los tres partidos políticos más importantes de México (PAN, PRI y Morena) estarían debatiendo y exponiendo su visión de país, algo nunca antes visto en nuestra universidad.
 

Inició el evento y la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, llegó tarde; Alejandro Moreno, del PRI, saludaba a sus propios invitados amigos de partido, y Marko Cortés, del PAN, no dejaba ni un minuto de dar entrevistas.
 

Empezaron las preguntas del moderador y todo cambió: nadie contestó realmente ni una sola. Era un foro universitario en donde los estudiantes pretendíamos escuchar cosas más profundas, con métodos y respuestas claras. Pretendíamos que nos explicaran lo que nunca explican: cómo pretenden lograr todo lo que prometen.
 

El intercambio de ideas que parecía prometedor se terminó convirtiendo en un verdadero mitin político, todos llevaron a sus propios aplaudidores, la mayoría externos a la comunidad estudiantil Tec.
 

Diputados, Senadores, dirigentes locales de partido, regidores, delegados... aquellos que, sin escuchar lo que decían sus dirigentes, ya aplaudían y rechiflaban, según quien estuviera al micrófono.
 

En un instante, busqué ver a mis compañeros universitarios. Era impresionante lo que estaba sucediendo, todos nos encontramos con cara de confusión, no sabíamos qué estaba pasando.
 

De todo lo que se habló rescatamos varias ideas.
 

Primero apareció un PAN que simula ser oposición, desunido y sin rumbo claro, admitido por ellos mismos.
 

Luego, el presidente del PRI quiso usar un discurso conciliador, atacando a la corrupción, pero con poca credibilidad.
 

Por último, Morena, el partido en el poder, sigue sin salir del mismo discurso reciclado, repetitivo y antagónico, culpando a Gobiernos pasados y a la corrupción. Sin duda, un discurso profundamente desgastado en esta comunidad.
 

El panel nos dejó clara una cosa: en este momento los partidos no van hacia ningún lado.


Hoy, como universitario, le recomiendo a los partidos políticos que no desgasten sus energías, recursos ni tiempo presumiendo que están “dialogando” con jóvenes en las universidades. Si pretenden llenar el auditorio de sus propios aplaudidores, entiendan que los tiempos ya cambiaron.
 

¿De verdad creen que lo que hicieron ayer nos convence a los jóvenes?
 

Mientras sigan viviendo en su propia simulación y burbuja, mientras sigan repitiendo y representando el mismo discurso viejo y anticuado, sin explicarnos cómo pretenden lograr las cosas, culpando a la corrupción por la falta de capacidad actual para gobernar, simulando ser oposición que sólo da discursos, pero al final negocia; si no realizan un fuerte y sincero ejercicio de autocrítica, lo único que lograrán generar –o acentuar– es apatía y distanciamiento con nuestra generación.
 

Lo de ayer fue otra oportunidad perdida de los partidos de hablarnos a los jóvenes de frente, sinceros y claros, con propuestas fundamentadas y no con discursos ensayados.
 

Son nuevos tiempos, somos una nueva generación convencida de que, si ellos no pudieron o no quisieron, nosotros sí queremos vivir en un México mejor.


El autor es estudiante de la Licenciatura
en Ciencia Política del Tecnológico de Monterrey.Luis Lauro Torres

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