'Las palabras son la mejor arma': una entrevista con Paul Rusesabagina

Por Martha Mariano y Gabriel Vázquez | campus Monterrey

Paul Rusesabagina, quien en 1994 salvó a mil 200 personas de uno de los mayores genocidios en la historia, sigue luchando por transformar su entorno: actualmente se dedica a apoyar a ugandeses en situación vulnerable.

Con su fundación Hotel Rwanda, ha logrado que cientos de niños hoy puedan ir a la escuela y sus familias cuenten con mayores recursos para vivir.

Al acudir al Congreso Dejando Huella, organizado por la PrepaTec, CONECTA tuvo la oportunidad de conversar con el héroe que inspiró la película 'Hotel Ruanda' y autor del libro 'Un hombre ordinario':

CONECTA: Ya pasaron 25 años desde lo ocurrido en Rwanda, actualmente, ¿qué te motiva a viajar por el mundo y compartir tu experiencia?

Paul Rusesabagina: En Rwanda viví de frente la muerte, la miré a la cara muchas veces y conocí el mal en carne viva, nosotros fuimos la excepción así que teníamos que hacer llegar ese mensaje al mundo, hacerles saber lo importante que fue para nosotros para sobrevivir, hablé y negocié con él, llegamos a un acuerdo y ese acuerdo no solo salvo mi vida sino de muchas personas más, esa fue una de las lecciones más importantes.

C: ¿Dirías entonces que el principal mensaje detrás de tus pláticas es la esperanza?

PR.: Tengo muchos mensajes, pero algo que aprendí es que las palabras son la mejor arma, son mucho más fuertes que los misiles, las armas o las metralletas, nadie puede ser malo completamente, así como nadie puede ser completamente bueno, todos tenemos un poco de los dos y me he dado cuenta que si en verdad uno se guía y se rige sólo por su consciencia no fallas jamás.

C: Actualmente, aparte de compartir tu historia con el mundo, ¿tienes otros proyectos?

PR.: Mi fundación Hotel Rwanda ha ayudado muchos niños, después del genocidio manejé a través del sur y vi familias destrozadas, no es fácil saber cuánta gente hemos ayudado, pero después de un tiempo pagábamos 200 colegiaturas de huérfanos, también recolectamos para Uganda, porque mi objetivo principal no solo es ayudar niños sino a todas las personas que tienen necesidad.

C: ¿Cuál es tu visión del mundo actual?

PR: Es desafortunado ver como la historia ha pasado y se ha repetido, hoy como en todos los tiempos se ve repitiendo en otras partes del mundo, lo que pasó en Rwanda en 1994 sigue pasando en varios lados del mundo y es la peor situación a la que se enfrenta el mundo.

C: ¿Qué consejo le darías a los jóvenes estudiantes que están en la búsqueda de su propio camino?

PR.: Siempre que hablo con los líderes del futuro les digo que hagan lo que imaginan posible, que lo hagan realidad, nosotros ya les fallamos como miembros de otra generación, pero ellos en verdad pueden cambiar el mundo. Cuando yo era joven veía a mi papá como mi héroe, también a Nelson Mandela, Marthin Luther King y la biblia me inspiraron a seguir un camino.

C: ¿Cuáles consideras que son las características que definen a un líder?

PR.: Un líder necesita levantarse, olvidar los negocios pequeños, necesitan hacerse notar, trabajar duro, dar ejemplo a los jóvenes, necesitan inspirarse, erradicar la corrupción, aquí en el Tec la educación es lo más importante, es la prioridad, la gente del Tec la toma en serio, es un ejemplo a seguir para todas las escuelas de México y el mundo.

C: Finalmente, ¿cuál es el mensaje que te gustaría dejarles a los estudiantes del Tec el día de hoy?

PR: A los líderes del futuro solo estén preparados, inclusive si no lo han pensado, tienen que pensarlo como su deber y su obligación de formar un futuro con sus manos, tienen que saber que sus acciones mejorarán el mundo y lo harán como ellos quieran.

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