El experto en tecnologías de comunicación, Juan Carlos Villalobos, explica cómo la ciencia descarta el final de la humanidad con los avances en Inteligencia Artificial.
Por Juan Villalobos | Campus Guadalajara - 13/12/2019

Juan Carlos Villalobos* | Opinión | Director de la Licenciatura en Comunicación y Medios Digitales

 

Parte de las ventajas de ser académico es estar cerca de iniciativas que promueven el conocimiento y el progreso, entre ellas fue asistir al arranque del primer centro de Inteligencia Artificial de México.

Este centro o HUB, como se les conoce en el mundo del emprendimiento y la tecnología, tendrá su sede en el Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara.

Tiene como propósito reunir a empresas, academia, centros de investigación y emprendedores para desarrollar productos de Inteligencia Artificial (IA).

De esta manera se generará valor económico y avance social, y se estimula a poner la ciencia y la tecnología a funcionar para que la vida de las personas sea mejor.

Cuenta con socios de primer nivel como: IBM, Intel, Amdocs, Wizeline, Tata Consulting Services y Sparkcognition.

Todas son instituciones que ya han incursionado en temas de investigación, desarrollo y comercialización de la Inteligencia Artificial, por lo que el proyecto está en buenas manos.

 

Conocimiento y Ciencia descartan falso roboapocalipsis de Inteligencia Artificial

 

Lo anterior me recordó un libro de Steven Pinker que recomiendo ampliamente, es: “En Defensa de la Ilustración: por la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso”.

Pinker es un psicólogo social que se especializa en temas de ciencia, el libro fue publicado en 2018 y es una obra sumamente disfrutable.

Llega a ser importante para quienes desean conocer, a partir de datos objetivos, el estado real de la Humanidad en la actualidad y quedarse con una visión menos fatalista de nuestros tiempos.

Cada capítulo está enfocado en un tema: felicidad, seguridad, terrorismo, democracia y más, todos desde la investigación científica y deja de lado la subjetividad, las creencias y las preferencias políticas.

Uno de mis capítulos favoritos se titula “Miedos existenciales”, y habla de cómo las personas siempre estamos a la espera del gran desastre tecnológico que acabará con la humanidad.

Entre estos desastres está la Inteligencia Artificial, a la que sin conocimiento alguno se le atribuyen características y maldad humana, que la llevarían a desatar el apocalipsis a manos de robots siniestros.

Con humor, Pinker hace un repaso de cómo hemos llegado a pensar que las computadoras podrían llegar a ser tan inteligentes, que podrían decidir rebelarse contra los seres humanos y extinguirlos.

Lo que estos fatalistas no ven, dice Pinker, es que la inteligencia no es lo mismo que la motivación, y que pensar no es lo mismo que querer.

La Inteligencia Artificial está diseñada para dispositivos que realizan funciones específicas y que la capacidad de los dispositivos para aprender se limita a esas funciones específicas.

 

Conocimiento y Ciencia descartan falso roboapocalipsis de Inteligencia Artificial

 

Por ejemplo, la Inteligencia Artificial para reconocimiento facial puede volverse más rápida y eficiente, pero no reconoce la voz o el movimiento corporal, a menos que un ser humano lo programe.

A diferencia de los humanos que las programan, las máquinas no pueden colaborar con otras máquinas, porque no tienen voluntad propia o deseos.

De tal manera que para que un roboapocalípsis ocurriera, una Inteligencia Artificial tendría que aprender a colaborar con otras.

Así, Siri tendría que desarrollar por sí sola la voluntad de ser amiga de Maps de Google, y juntas tomar la decisión de construir un chip súper inteligente con la función de exterminar a los humanos.

Siri y Maps deberían aprender a comunicarse con las máquinas que operan las fábricas de chips en China y proveerles materiales.

Necesitarían que otras inteligencias hicieran el trabajo de extracción de materiales, proceso, transportación, almacenamiento, producción, distribución e instalación de esos chips en los “robots malvados”.

Este ejemplo de Pinker muestra lo absurdos que pueden ser nuestros miedos cuando están basados en la ignorancia y lo importante que es la ciencia y el conocimiento como fuentes de progreso y bienestar.

Contrario al roboapocalípsis, la Inteligencia Artificial podría ayudar a resolver problemas del futuro cercano.

Tan sólo por mencionar uno muy sensible, el envejecimiento de la población genera una necesidad de más personas jóvenes que trabajen para mantener los sistemas de retiro y salud.

La riqueza generada por las máquinas que reemplazarán los trabajos más mecánicos podría aprovecharse para generar el dinero necesario en iniciativas tan interesantes como el ingreso básico universal.

La inteligencia artificial puede ser una de las claves para construir una sociedad con mayor riqueza, menos explotación laboral y posibilidades de bienestar para todos los humanos.

Y esto sólo por mencionar el que considero sería el mayor de sus beneficios.

 

*Juan Carlos Villalobos

Especialista en comunicación y medios, sociedad y repercusiones de la comunicación y el uso de medios en la población.

Recibió el grado de Maestro en Comunicación y Medios Digitales por la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos.

Ha colaborado para el servicio público en Jalisco y se ha desempeñado como académico y administrativo en el Tec, campus Guadalajara, en las áreas de Comunicación y Desarrollo Humano.

Especialista en estrategia de contenido para medios digitales, Media Literacy y reputación en redes, comunicación y medios, sociedad y repercusiones de la comunicación y uso de medios en la población.

 

 

 

 

 

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