La intención de este Modelo Educativo es preparar a los alumnos para llevar a México a una economía basada en el conocimiento que permita aprovechar al máximo los avances tecnológicos.
Por Karla Pérez - 12/01/2018

Ricardo Swain Oropeza, Decano de la Escuela de Ingeniería y Ciencias de la Región Occidente del Tecnológico de Monterrey, fue admitido como 1 de los 15 nuevos miembros de la Academia de Ingeniería del 2017, dentro de la Comisión de Especialidad de Ingeniería Mecánica y Mecatrónica. Este reconocimiento a su trayectoria fue sintetizado en el proyecto que presentó ante dicho organismo como parte de los ejercicios que avalan su carrera profesional.

Bajo el título: “Modelo Educativo para la Industria 4.0”, Swain plasmó más de 17 años de su trabajo en instituciones de educación superior, en una tesis donde proyecta el Modelo Educativo propuesto por el Tecnológico de Monterrey en cara al siglo  XXI (Modelo Educativo Tec21), que busca la evolución de las universidades para generar, además de personas capacitadas, jóvenes con experiencia valiosa de cómo se desenvuelven y se solucionan problemas reales dentro de las empresas nacionales e internacionales, que además aprovechen al máximo la tecnología que existe en la actualidad o realicen ejercicios para desarrollarla.

“El Tecnológico de Monterrey al estar conectando a la industria con los alumnos y las universidades, hace que esto sea un circulo virtuoso, por una parte las empresas están resolviendo problemáticas… y los alumnos están conociendo lo que está pasando en las industrias. Creemos que el Modelo Educativo que estamos proponiendo como Tecnológico de Monterrey es algo muy importante para la industria en México y que tenemos que aprovechar porque eso va a detonar un sinnúmero de oportunidades”, puntualizó el Decano de la Escuela de Ingeniería y Ciencias.

El establecimiento del Semestre i hace que un grupo de aproximadamente 20 alumnos, guiados por 6 o 7 profesores, a lo largo de un periodo académico mantengan relación estrecha con una empresa que se vuelve su socio formador. Se les plantean retos y problemas actuales a los que busca solución la compañía. Los jóvenes trabajan mientras desarrollan herramientas, conocimientos y habilidades que se requieren en la actualidad. Finalmente se realizan propuestas tangibles que “inyectan sangre nueva” a aquellas organizaciones que buscaban cambiar de perspectiva.

Además, agregó Swain, “el hecho de que los alumnos hayan visto las problemáticas reales de la industria, hace que al momento que ellos quieran emprender aprovechen las áreas de oportunidad que hayan detectado en las empresas para hacerlo”.

 

La manera en la cual industria y academia trabajan en conjunto a lo largo del Semestre de innovación (semestre i) para formar nuevos valores es un círculo virtuoso que beneficia a ambas partes con experiencia y nuevas propuestas tecnológicas.
La manera en cómo industria y academia trabajan en conjunto a lo largo del Semestre i para formar nuevos valores, es un círculo virtuoso que beneficia a ambas partes con experiencia y nuevas propuestas tecnológicas.

 

Revolución Industrial 4.0 y su aprovechamiento en México

La cuarta revolución industrial se centra en utilizar todos los avances tecnológicos que tenemos en la actualidad y emplearlos en beneficio de nuestro sector productivo. En ese aspecto, Guadalajara y todo Jalisco, se encuentra en un punto estratégico donde se trabaja fuertemente con el desarrollo y fabricación de tecnología del país.

Durante las primeras 3 revoluciones industriales, México se encontraba sumergido en problemáticas sociales que no permitieron aprovechar el progreso de ese sector y volvieron a nuestra nación simplemente una consumidora de la tecnología y los avances. Ahora que se encuentra en marcha la Industria 4.0 es el momento ideal para que nuestro país se transforme y explote sus capacidades. El hecho de que desde la universidad los jóvenes mantengan esta visión y sean capaces de proponer, resolver y desarrollar basados en esta conectividad, da un fuerte soporte al país para transformarse en la realidad productiva que tiene la capacidad de ser.

El Semestre i es una punta de lanza que involucra a la industria para el desarrollo de competencias de los alumnos. “Este Modelo Educativo, permite que aprendan de una forma flexible, pero también implica que nos atrevamos a movernos de la impartición de clases tradicionales a experiencias retadoras de aprendizaje en dónde los profesores en conjunto con la industria plantean retos que le permiten a los alumnos desarrollar sus competencias profesionales”, puntualizó Swain.

 

 

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