Mexicano y con ideas novedosas a partir de la innovación, Christian Castro, egresado del Tec, campus Estado de México, tiene dos patentes y dos secretos industriales en Ford Motor Company
Por Mariana Perales - 24/09/2019

En 7 años, Christian Castro Guzmán, egresado de Ingeniería en Mecánica Eléctrica del Tec campus Estado de México, cuenta con dos patentes y dos secretos industriales en Ford Motor Company.

La historia comienza en 2012, cuando Christian todavía era estudiante del Tec.

Llegó a él la oportunidad de comenzar su camino como trainee en Ford México a su regreso de un intercambio en Alemania. En diciembre de ese mismo año, lo contrataron en la planta.
 

Christian Castro.

 


Fue en septiembre de 2013 cuando el joven ingeniero comenzó con el proyecto de lo que sería su primera patente.

“Existe una plataforma dentro de la compañía, que no es exclusiva de Ford, la utilizan muchas empresas trasnacionales como FEMSA, consiste en un software que se dedica a recopilar las ideas innovadoras,

“Todos los empleados tienen la posibilidad de proponer ideas de innovación. Si son bien evaluadas y demás, se encaminan a protegerse como patentes, publicaciones defensivas o secretos industriales, varias figuras de propiedad intelectual”, cuenta.
 


LA INSPIRACIÓN PARA LA PRIMERA PATENTE

Christian, relata, descubrió la plataforma por casualidad cuando estaba en un entrenamiento en Dearborn, Míchigan, Estados Unidos.

Al salir del departamento a tirar la basura, en su camino, encontró una camioneta Raptor F150 de Ford, y como nunca la había visto, se acercó para analizarla y descubrió que tenía una cámara en la parrilla.

De ahí llegó la inspiración para su primera patente.

En ese momento nació la idea. Si ya los carros tienen varias cámaras integradas, ¿por qué no utilizarlas para más cosas? Si ya está todo el software y toda la integración del hardware, ¿por qué no, por ejemplo, tomar videos y fotos para compartirlo a tus redes sociales?

“Me metí a la plataforma, planteé la idea y la envié. Eso fue en septiembre de 2013, y a las pocas semanas me contestaron los evaluadores que la idea era buena y que querían que siguiera trabajando en ella.

"Ellos mismos iban a hacer el papeleo para que se pudiera proteger como una patente”, compartió orgulloso en entrevista para CONECTA.

Dicha patente consiste en utilizar las cámaras que ya tienen los vehículos para otros fines que no sean solo estacionarse o esquivar obstáculos.

Después de varios años, la patente del egresado del Tec está otorgada en México por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, IMPI, y se encuentra en proceso de otorgarse en China, Alemania y Estados Unidos.

 

"Si ya los carros tienen varias cámaras integradas, ¿por qué no utilizarlas para más cosas? Si ya está todo el software y toda la integración del hardware, ¿por qué no, por ejemplo, tomar videos y fotos para compartirlo a tus redes sociales?"

 

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SU CARRERA EN LA EMPRESA AUTOMOTRIZ

Christian refiere que durante su formación en el Tec tuvo la oportunidad de conocer a muchos profesores que eran doctores en sus áreas, investigadores de nivel muy reconocido con patentes.

En ese sentido, la percepción que tenía como estudiante era que para llegar a ese nivel de contar con una patente le iba a llevar 10 años y además estudiar un doctorado.

Con esta primera patente me di cuenta que no era tan difícil como se planteaba. Solo se necesitan las plataformas correctas que te ayuden a encaminar tu idea para lograr que se convirtiera en patente”, puntualiza.

Tras su primera patente, decidió cursar una Maestría en Gestión de la Innovación Tecnológica, en la cual, diseñó un modelo de gestión de la innovación.

Esto le permite a Ford agilizar el número de ideas innovadoras para que se conviertan en patentes, secretos industriales, u otros proyectos de propiedad intelectual generados no solo por ingenieros mexicanos sino en Latinoamérica.

“Mi tesis se centró en un entrenamiento para que los empleados conocieran todo lo que Ford les ofrece realmente en términos de innovación”, apunta el ingeniero de 29 años.

Su proyecto se terminó convirtiendo en el entrenamiento oficial de Ford México durante casi tres años, donde tuvo oportunidad de entrenar a más de 400 empleados.

Debido al éxito, en 2016 viajó a Brasil para impartir las mismas capacitaciones sobre gestión de la innovación en la subsidiaria de la automotriz estadounidense.

“La plataforma es un catalizador para que más empleados y más mexicanos sí se crean que puedan hacer este tipo de proyectos de innovación, que no están solos”, señala.





Christian Castro.

LA SEGUNDA PATENTE Y SECRETOS INDUSTRIALES

En paralelo a la maestría, Christian continuó desarrollando proyectos dentro de Ford, y actualmente, cuenta con uno que creó juntos con dos compañeros de la empresa en proceso de patentarse.

"Mi segunda patente está en trámites y papeleo, pero se trata de un aditamento que buscamos colocar en los volantes de los vehículos o scooters para que las personas con Parkinson puedan conducir”, puntualiza.
 

"Mi segunda patente está en trámites y papeleo, pero se trata de un aditamento que buscamos colocar en los volantes de los vehículos o scooters para que las personas con Parkinson puedan conducir”.
 

Además, logró desarrollar dos secretos industriales para la empresa a su regreso de Brasil.

"Estos dos que tengo actualmente, se centran en instructivos que permiten hacer cierto tipo de análisis, cálculos, entre otras cosas, los cuales han reducido mucho el tiempo que usamos para validar componentes del tren motriz”, concluyó.

Christian es especialista en radiadores y actualmente colabora en el área de Tren Motriz de la compañía. ahí su principal labor consiste en el análisis virtual de componentes de sistemas de combustible y de enfriamiento. 

 

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